Nunca hubiera llegado a imaginar, que aquel acto de pasión y desenfreno, totalmente por el puro innatismo de la seducción y el deseo sexual hicieran que a día de hoy estemos juntos.
Todavía no me creo que por que hace casi 5 meses deseara besarte, haya sucedido todo esto a pesar de todas las barreras que hay. Por que no nos engañemos, pocas
famílias aceptan que dos primos
esten saliendo juntos.
Pero ya lo ves, lo impensable es
pensable y lo posible a veces parece ser imposible. Ninguno de los dos, se pensaba aquella noche que ese beso nos llevaría a nada más, un simple beso. Que empezó a escondidas, me acuerdo
perfectamente de esos dos días.
Primos segundos, sin vernos des de hacía muchos años y que no recodábamos nada el uno del otro, el azar, la casualidad, y bueno las bodas hacen mucho.
Empezamos a hablando en la mesa, y acabaste invitándome a mí y a dos de mis primas a pasar el dos días y una noche en tu casa, y tu madre, tan hospitalaria como siempre nos pidió por favor que fuéramos. Yo llevaba todo el convite mirándote, riéndote todas las gracias y solo te veía como un simple objetivo que cumplir como cualquier otro de mi lista.
Llegamos allí al final solo una de mis primas y yo. Comimos todos juntos, paella si mal no recuerdo junto a tu hermana mientras veíamos los
simpson.
A las 3 fuimos a los pinos (donde actualmente pasamos casi todas las tardes de los Sábados). Allí me
presentantes a tres de tus amigos,
Pol,
Jose i Carla. Hicisteis planes para la tarde y nos fuimos a echar la siesta, a las 5 marchamos de camino a la playa,
Arenys a la parte de alado de la
nudista. Mi prima,
Leticia se quedo en la toalla con tus amigos y yo me fui contigo al agua.
Empezó el ritual del apareamiento por tu parte, un poco absurdo, empezaste preguntándome tonterías que ni a ti ni a mí me interesaban. Yo no pensaba que tuviese
posibilidades de nada contigo, y simplemente pensaba que me preguntabas por decir algo y quedar bien como primo.
Me fuiste a besar y yo ni me di cuenta, y con tanta mala suerte que yo me puse a bucear justo cuando tu te decidiste a atacar
Nos fuimos a casa, nos duchamos, cenamos y nos arreglamos para salir, al
Kalua(un bar de cócteles), llegamos y estaba cerrado. Te desilusionaste, y yo en parte no se por que pero me alegre.
Decidiste ir a los pinos con el resto de tus amigos, y optemos por comprar
lambrusco. Empezamos con las risitas todos, y alguien insinuó que tu y yo
haciamos buena pareja, y nos dijeron que si nos
besabamos, mi prima
Leticia y tu amigo
Jose se
besarian.
Yo me
lanzé, y quede como una idiota, me giraste la cara y me quede con un palmo de narices, por un instante me
queria morir.
Entonces
Pau, nos dijo que todos se girarían para que no nos vieran. Entonces tu te giraste y me besaste y me hiciste un gesto como para que no dijese nada. Y les dijimos que ya se podían girar, cuando les dijimos que nos habíamos besado no se lo creyeron como era de esperar.
Y nos dijeron que lo repitiéramos para el público pero no quisiste. Te fuiste a hablar con
Jose a otro lado. Y yo me quede con
Leticia, lo que yo no sabia es que todos los veranos la veías en vacaciones cuando bajabas al pueblo y que ella te quería, por eso no querías que nos vieran
besandonos.
Al rato me guiñaste un ojo, y más tarde, ella quiso ir a orinar. La acompañamos
detrás del polígono y nos fuimos para otro sitio, tu y yo. Me besaste
pasionalmente y entonces me susurraste al oído " no es que no te quiera, ni que no te desee, eres... no tengo palabras, ni la perfección sirve, pero no quiere hacerle daño a
Leticia." y me sellaste la boca con un beso.
Entoncés ella volvió y volvimos a la mesa. Empezaste a beber y a beber y entonces te olvidaste de todo te giraste y me besaste. Al rato nos fuimos en coche a casa.
Antes de dormirme viniste a la cama, me susurraste un te quiero al odio y un buenas noches y me dijiste que aqui acababa todo y te marchaste. Yo me fuy a dormir, pero no me creia nada de lo que estaba sucediendo era todo tan extraño, primero si, luego no, despues si, y luego no y asi sucesivamente hasta el infinito.
A la mañana siguiente fuimos a despertarte, abrimos la puerta y entre las dos te chillamos buenos dias y te tiremos todas las almohadas de la casa. Nos sentamos contigo en la cama y empezamos a contarte mil cosas que a nadie le importaban. Entoncés al poco rato me tiraste del brazo derecho y me besaste.
Acabe abrazada a tí en tu cama, los dos riendonos.