martes, 26 de enero de 2010

7 de septiembre....

Nunca hubiera llegado a imaginar, que aquel acto de pasión y desenfreno, totalmente por el puro innatismo de la seducción y el deseo sexual hicieran que a día de hoy estemos juntos.

Todavía no me creo que por que hace casi 5 meses deseara besarte, haya sucedido todo esto a pesar de todas las barreras que hay. Por que no nos engañemos, pocas famílias aceptan que dos primos esten saliendo juntos.



Pero ya lo ves, lo impensable es pensable y lo posible a veces parece ser imposible. Ninguno de los dos, se pensaba aquella noche que ese beso nos llevaría a nada más, un simple beso. Que empezó a escondidas, me acuerdo perfectamente de esos dos días.


Primos segundos, sin vernos des de hacía muchos años y que no recodábamos nada el uno del otro, el azar, la casualidad, y bueno las bodas hacen mucho.
Empezamos a hablando en la mesa, y acabaste invitándome a mí y a dos de mis primas a pasar el dos días y una noche en tu casa, y tu madre, tan hospitalaria como siempre nos pidió por favor que fuéramos. Yo llevaba todo el convite mirándote, riéndote todas las gracias y solo te veía como un simple objetivo que cumplir como cualquier otro de mi lista.

Llegamos allí al final solo una de mis primas y yo. Comimos todos juntos, paella si mal no recuerdo junto a tu hermana mientras veíamos los simpson.

A las 3 fuimos a los pinos (donde actualmente pasamos casi todas las tardes de los Sábados). Allí me presentantes a tres de tus amigos, Pol, Jose i Carla. Hicisteis planes para la tarde y nos fuimos a echar la siesta, a las 5 marchamos de camino a la playa, Arenys a la parte de alado de la nudista. Mi prima, Leticia se quedo en la toalla con tus amigos y yo me fui contigo al agua.

Empezó el ritual del apareamiento por tu parte, un poco absurdo, empezaste preguntándome tonterías que ni a ti ni a mí me interesaban. Yo no pensaba que tuviese posibilidades de nada contigo, y simplemente pensaba que me preguntabas por decir algo y quedar bien como primo.
Me fuiste a besar y yo ni me di cuenta, y con tanta mala suerte que yo me puse a bucear justo cuando tu te decidiste a atacar

Nos fuimos a casa, nos duchamos, cenamos y nos arreglamos para salir, al Kalua(un bar de cócteles), llegamos y estaba cerrado. Te desilusionaste, y yo en parte no se por que pero me alegre.

Decidiste ir a los pinos con el resto de tus amigos, y optemos por comprar lambrusco. Empezamos con las risitas todos, y alguien insinuó que tu y yo haciamos buena pareja, y nos dijeron que si nos besabamos, mi prima Leticia y tu amigo Jose se besarian.

Yo me lanzé, y quede como una idiota, me giraste la cara y me quede con un palmo de narices, por un instante me queria morir.

Entonces Pau, nos dijo que todos se girarían para que no nos vieran. Entonces tu te giraste y me besaste y me hiciste un gesto como para que no dijese nada. Y les dijimos que ya se podían girar, cuando les dijimos que nos habíamos besado no se lo creyeron como era de esperar.

Y nos dijeron que lo repitiéramos para el público pero no quisiste. Te fuiste a hablar con Jose a otro lado. Y yo me quede con Leticia, lo que yo no sabia es que todos los veranos la veías en vacaciones cuando bajabas al pueblo y que ella te quería, por eso no querías que nos vieran besandonos.

Al rato me guiñaste un ojo, y más tarde, ella quiso ir a orinar. La acompañamos detrás del polígono y nos fuimos para otro sitio, tu y yo. Me besaste pasionalmente y entonces me susurraste al oído " no es que no te quiera, ni que no te desee, eres... no tengo palabras, ni la perfección sirve, pero no quiere hacerle daño a Leticia." y me sellaste la boca con un beso.

Entoncés ella volvió y volvimos a la mesa. Empezaste a beber y a beber y entonces te olvidaste de todo te giraste y me besaste. Al rato nos fuimos en coche a casa.

Antes de dormirme viniste a la cama, me susurraste un te quiero al odio y un buenas noches y me dijiste que aqui acababa todo y te marchaste. Yo me fuy a dormir, pero no me creia nada de lo que estaba sucediendo era todo tan extraño, primero si, luego no, despues si, y luego no y asi sucesivamente hasta el infinito.

A la mañana siguiente fuimos a despertarte, abrimos la puerta y entre las dos te chillamos buenos dias y te tiremos todas las almohadas de la casa. Nos sentamos contigo en la cama y empezamos a contarte mil cosas que a nadie le importaban. Entoncés al poco rato me tiraste del brazo derecho y me besaste.

Acabe abrazada a tí en tu cama, los dos riendonos.

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