
Un día me di cuenta de que él estaba entre mis contactos del msn, le hable. Me dijo que quería quedar conmigo, no le conocía de nada en absoluto, solo sabia su nombre y yo sin saber por qué acepte. Era un jueves frío estaba entrando el invierno, llegue con prisas a la estación puesto que la incertidumbre me estaba matando. Y entonces vi a un chico deslumbrante, con unos ojos preciosos, espectacular, no estaba segura de si era él o no porque jamás lo había visto, pero me acerque y lo salude, y efectivamente era él.
Estuvimos andando hasta que oscureció, estuvimos hablando largo y tendido durante todo el trayecto. Entonces comprendí que me estaba enamorando, él era, no sé, todavía no tengo palabras para describirlo, ni la palabra más bonita podría.
Decidimos ir a comer algo, le invite a cenar donde, según dicen se hacen los mejores creps de la ciudad. Nos sentemos en las escaleras de una iglesia, entre risas cenemos. Aparentábamos ser dos enamorados en París cenando bajo la luz de la luna. Al poco rato él se tenía que marchar y entonces decidí que era el momento, era entonces o nunca, cuando me fui a despedir le bese, y es algo de lo que jamás me arrepentiré.
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